¿Qué echas al carrito del super? – Angélica García

¿QUÉ ECHAS AL CARRITO DEL SUPER?

Una palabra a la que todas tememos: cáncer. Cada vez se conocen más casos de esta enfermedad y algunos muy cercanos a nosotras. Hace varias décadas atrás este mal se reducía a casos aislados, pero hoy es cada vez más común. ¿Cuál podría ser la causa? Aunque no lo creas, la causa principal puede estar relacionada con nuestros viajes al super. Estudios hechos por investigadores han demostrado que la alimentación tiene un papel muy importante en esta enfermedad. Así que éste será el tema de este artículo.
Las mujeres de dos generaciones atrás iban al mercado a comprar vegetales frescos, no refrigerados ni enlatados, ni transgénicos. ¿Has oído a tu abuelita decir que en sus tiempos todo sabía mejor? Pues es cierto. Los alimentos permanecían en su forma natural, sin ninguna alteración.
La amas de casa de antaño compraban pollo fresco, el cual había vivido en una granja, feliz y contento hasta que llegó su hora. Este pollito no había sido inyectado con hormonas ni atiborrado de antibióticos, esos que el día de hoy se van directo al organismo de los humanos cuando los comen. Lo mismo pasaba con los demás animales de consumo, vivían sin estrés en granjas, gozando de estupenda salud y un ambiente apropiado. En estos días pasa todo lo contrario, no sabemos a qué tratamientos fueron sometidas las carnes que compramos en el super, ignoramos cuántos químicos nocivos estamos ingiriendo al degustar una pierna de pollo o un bistec de res.
Por otra parte están los antojitos de bolsa o bote, frititos y crujientitos, que tanto gustan a muchos y que aparte de tener conservadores, fueron sumergidos en un aceite usado una y otra vez, lo cual origina grandes cantidades de radicales libres e hidrocarburos, entre otros elementos dañinos para la salud.
Y en un grupo mayor, tenemos a los alimentos procesados que tanto nos sacan de apuro y de los que está lleno el supermercado. Estos productos contienen conservadores, colorantes y aditivos considerados bastante nocivos para la salud y entre ellos se encuentran los alimentos enlatados, los polvos para hacer gelatinas y aguas frescas, los embutidos, los aderezos, las mayonesas, mermeladas, pan de bolsa, refrescos, jugos, etc. y etc. Según estudios realizados, los conservadores pueden provocar enfermedades crónicas a largo plazo, así como daños al corazón y cáncer. Los aditivos y colorantes pueden causar enfermedades respiratorias o agravarlas. Los estudios sobre carcinogénesis, demuestran que los conservantes y aditivos se transforman en sustancias tóxicas al digerirse, ya que los nitritos y nitratos combinados con los jugos y las enzimas estomacales, se pueden convertir en agentes causantes de cáncer.
En los niños, los conservadores pueden ocasionar aumento en el trastorno por déficit de atención y también pueden provocar hiperactividad. La comida rápida y los alimentos chatarra son causantes no solo de obesidad infantil, sino que una alimentación frecuente con este tipo de productos puede provocar diabetes a los niños, otra enfermedad que va en aumento en este siglo y que tiene que ver 99% con la alimentación.

Como conclusión tenemos que es muy importante tomar conciencia acerca de lo que echamos en el carrito del super, porque de ello depende mucho tu salud y la de tu familia, sin olvidar que tu cuerpo es el templo del Espíritu Santo, así que con mayor razón hay que cuidarlo mucho.

Escrito por: Angélica García Sch.
Para: www.mujerescristianas.org

PUEDES COMPARTIR

Ahora puedes comentar con tu cuenta de Facebook: