La prueba de la paciencia – Maite Leija

La prueba de la paciencia

Hoy en día encontrar a una persona paciente es encontrar una verdadera especie en extinción, vivimos tan apresuradamente que todo lo que tenga que ver con esperar o tarde mas de lo que queremos es realmente una gran prueba.

¿Te ha pasado que cuando mas necesitas de algo, mas crees que tarda en llegar?, como cosa de adrede nos pasa una y otra situación en la que nuestra paciencia esta escaza cuando mas la necesitamos, no acaba de pasar una cosa cuando ya se ve venir otra y en ocasiones lamentablemente terminamos cuestionando a Dios con preguntas como «¿porque tardas?», «¿porque me pasa esto a mi?», pero pocas son las veces que nos damos cuenta o recordamos que Dios tiene un tiempo establecido para cada cosa, bien lo dice La Biblia en Eclesiastés 3:1 «Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora«. Pero a veces nuestra desesperación por no ver la respuesta no nos deja pensar que si no hemos recibido lo que esperamos es porque definitivamente Dios esta esperando algo más.

Tu puedes pensar que entre mas oras mas te escucha Dios, y aunque es cierto que debemos de orar en todo tiempo y todo el tiempo nos escucha, también es necesario saber esperar al tiempo perfecto de Dios, comprender que su medida es muy distinta a la nuestra, nosotras lo vemos como mucho o poco tiempo según nuestro parecer, pero Él es tan perfecto que lo ve como «el tiempo necesario«.

La paciencia es un pequeño musculo que se desarrolla precisamente en esas situaciones en las que tenemos que esperar, si no pasáramos por pruebas no sabríamos desarrollarla, y es que es fácil decir que tenemos paciencia cuando todo va bien, pero en el momento de nuestra prueba nos llevamos la gran sorpresa de que ¡no la tenemos! y comenzamos a desesperar y a inquietarnos por nuestra situación,  y es justo ahí donde pensamos que Dios se tarda en responder.

 

La respuesta de Dios no tarda, solo se toma el tiempo necesario para que llegue a tu vida en el momento indicado, hay mucho que aprender acerca de la paciencia y el saber esperar, pero Dios se encarga de fortalecer en cada situación nuestra fe y nos enseña a esperar en Él. Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Santiago 1:3

Autora: Maite Leija

Escrito para: www.mujerescristianas.org

 

 

 

 

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