¿Por donde empiezo?

«Porque, ¿quién de ustedes, deseando edificar una torre, no se sienta primero y calcula el costo, para ver si tiene lo suficiente para terminarla?”Lucas 14:28

A pesar de que de primera instancia nos parece una simple interrogación, he visto en varias ocasiones personas que al tener tantas tareas que efectuar, o tantos proyectos que ejecutar no tienen idea del primer paso que han de dar en la realización de ese proyecto determinado. Por lo de lo complicado del asunto, no pretendo hacer un principio especifico a seguir para determinar el “modus operandi” de alguna tarea o taller a realizar.  Sin embargo, a través de esta reflexión espero poder ayudarte a encontrar salida a tu dilema y a reflexionar sobre tu vida cristiana.

Nos encontramos con una sociedad que tiene muchísima informática, pero poca sabiduría; esto se debe que la mucha información no es sinónimo de conocimiento ni mucho menos de sabiduría. Hoy día la información fluye a caudales por internet y los distintos medios de comunicación. Nos pasamos pegados a la computadora buscando información  leyendo noticias,  o simplemente perdiendo el tiempo pero cuando sobreviene una crisis muchos no saben cómo aplicar ese conocimiento para resolverla.

La Palabra nos enseña que el principio de la sabiduría es el temor de Dios; no se refiere a tenerle miedo a Dios, sino a obediencia y respeto. Esa sabiduría de la que habla la Biblia no implica que traicionemos  el intelecto que Dios mismo nos dio. Por eso debemos prepararnos, estudiar, salir de ideas preconcebidas de gente que con un mal modelaje nos desinformo. Debemos comenzar a elegir una carrera que se amolde a nuestro diseño, a nuestras necesidades, habilidades y talentos.  Debemos comenzar a informarnos sabiamente de métodos cristianos y bíblicos para poder ayudar a nuestra familia a seguir hacia adelante.

Es lamentable que haya muchas mujeres cristianas  esperando que sus maridos le provean todo.  Quieren una casa nueva, muebles nuevos, que los hijos estudien en colegios, un vehículo ultimo modelo!  Sus maridos hacen lo posible por mantener una vida a ese nivel y tienen que recurrir a dos o más trabajos! ¡Ya ni siquiera tiene tiempo de ir a la Iglesia!

¡Bravo por las mujeres que han aprendido el valor de lo que poseen, que han emprendido la misión de darle ayuda a su esposo en la manutención del hogar, que saben por donde comienzan las cosas y han comprendido que el comienzo de todo en la vida es reconocer el lugar que Dios le ha dado de compañera idónea! ¡Ese es el primer paso a seguir!

Escrito por: Pastora Lucy Carmona

Para: mujerescristianas.org