Cuando la fe se desvia – Angie García Ch.

 

 CUANDO LA FE SE DESVIA

 

 Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. Gracias a ella fueron aprobados los antiguos.

 

Hebreos 11:1 (NVI)

 La nueva era dice ¡cree en ti mismo, tú eres tu propio dios! ¡Tú todo lo puedes, usa tu energía! La nueva era reemplaza a Dios por la «energía». «Te mando toda mi energía» remplaza a un «Dios te bendiga», cuando se desea un bien para una persona. Esto demuestra la negación de la necesidad de Dios, pues al decir «te mando toda mi energía», están diciendo que ellos mismos son los que tienen el poder, para hacer que a la otra persona le vaya bien.

Parece ser que los grandes adelantos científicos y tecnológicos han provocado un orgullo desmedido en el hombre, tanto que se cree un dios. Confiar en la sabiduría humana y no en la de Dios, es un error muy grande. El hecho de vivir en una época donde podemos gozar de  tantas maravillas tecnológicas, no nos hace diferentes a como éramos hace dos siglos atrás, seguimos siendo simples seres humanos. Seguimos siendo imperfectos, equivocándonos constantemente. Es más, como seres humanos vamos en un atroz deterioro moral y espiritual, donde la fe está pasada de moda. Gente que no quiere creer en nada, solo en sí misma, carga con un enorme vacío espiritual, que solo puede ser llenado por Dios, pero lo niegan.

Una persona que solo cree en sí misma, está terriblemente sola. ¿Qué hace cuando un sufrimiento es tan grande que no puede soportarlo? Su sufrimiento no tiene ningún propósito y no tiene en quién apoyarse. No hay esperanza. Una persona creyente, tiene una columna muy fuerte en la cual apoyarse: Dios. Una persona creyente, sabe que en esta vida se sufre, pero ese sufrimiento no es en vano, Dios tiene un propósito cuando permite el sufrimiento de un creyente y ese propósito es  ayudar a su crecimiento interior.

La tristeza y el desánimo van de la mano, cuando no hay fe en Dios. Una persona puede tener mucho éxito en su vida profesional y social, pero espiritualmente, ese éxito no le sirve para nada, sabe que le falta algo, pero no sabe qué es. Siente frustración, a pesar de ser un triunfador ante el mundo. Tenemos innumerables ejemplos de esto, famosos millo

narios, magnates que han mostrado al mundo cuán infelices eran, cuando terminaron suicidándose o terminando en el alcoholismo o la drogadicción, debido a la soledad tan grande en que vivían, a pesar de estar siempre rodeados de personas. El triunfo es efímero y no conduce a la felicidad.

Los seguidores de las nuevas filosofías de la nueva era, tienen que recurrir a muchas cosas para «cargarse» de energía. Recurren a talismanes, pirámides, cuarzos, etc. y gastan su dinero en comprar toda la variedad. Se hacen dependientes de estos elementos. Gracias a Dios que los creyentes nada más dependemos de Dios y no necesitamos comprar nada más que una Biblia, la base de nuestra fe.

La mayoría de la gente necesita ver y tocar para creer en algo, sea un pedazo de cuarzo, sea una escultura, una imagen, etc. La verdadera fe, no necesita ver ni tocar: Todo lo obtenemos de Dios, todo nos lo da Dios. El infundió el primer aliento de vida en el hombre, El le dio la energía necesaria para moverse y la fuerza para mover cosas, El le dio habilidades y talentos, le dio la facultad de hablar, de razonar, de inventar, de aprender, de estudiar, etc. Pero lo más importante: le dio la facultad de comunicarse con El, a través de la oración y a través de Su Palabra. Sin embargo el hombre nunca podrá comunicarse con un pedazo de cuarzo o una pirámide, ni tampoco podrá hacerlo con una figura de yeso o de madera.

Suelen decir algunas personas: «Lo importante es tener fe», pero es más importante en quién depositamos nuestra fe, ya que si lo hacemos en dioses falsos, esa fe no sirve de nada. También suelen decir: «Todos los caminos llevan a Dios», esto es falso, solo hay un único camino que lleva a Dios y este es Su Hijo Jesucristo. Al enemigo de Dios le agrada que la gente se desvíe de la verdadera fe y con este fin es capaz hasta de hacer milagros. No olvidemos que es engañador por excelencia. Hay que tener cuidado, no nos dejemos deslumbrar por prodigios que sabemos no vienen de Dios.

 

 

En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan Hebreos 11:6 (NVI)

 

Escrito por Angie Garcia Ch.

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